El ADSL, acrónimo del inglés “Asymmetric Digital Suscriber Line”, es una tecnología de acceso a internet de banda ancha. Gracias a un módem, podemos conseguir una velocidad de conexión a internet superior a la de los métodos de transferencia de datos anteriores. Se trata de una tecnología asimétrica, ya que la velocidad de carga y de descarga de datos nunca es la misma: el ADS está diseñado para que la capacidad de bajada sea mayor que la de subida, ya que la mayor parte de los usuarios utiliza internet con fines de descarga.
El ADSL fue una revolución cuando solo podíamos utilizar internet a través de nuestra línea telefónica y, por tanto, no podíamos hablar por teléfono si estábamos conectados. Además, utiliza la infraestructura telefónica a pesar de trabajar en una banda separada, por lo que los operadores cobran menos por esta tecnología. El ADSL ha comenzado a verse desbancado a día de hoy por la Fibra Óptica, otra tecnología que ofrece internet a los usuarios; no obstante, sigue siendo una de las opciones favoritas de los usuarios, ya que la fibra todavía no llega a todos los hogares.
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