Windows 10 aún no se ha ganado a todos los usuarios y la opinión al respecto está dividida, pero si tu ordenador de mesa o portátil lo tiene instalado hay muchas características que te pueden gustar. Una de las características predeterminadas es el Inicio rápido, y está activada de manera predeterminada. Esto significa que el ordenador se inicia más rápido, pero puede hacer que sea difícil deshacerse de ciertos problemas que impiden que Windows funcione correctamente, ya que en realidad nunca se apaga.
¿Cómo encontrar el Inicio rápido?
A continuación, te mostramos cómo encontrar la configuración de Inicio rápido y activarla o desactivarla:
- Dirígete al Panel de control y haz clic en Opciones de energía
- Haz clic en el enlace del lado izquierdo ‘Elija lo que hacen los botones de encendido’
- Haz clic en el enlace “Cambiar las configuraciones actualmente no disponibles”
- Marca la casilla ‘Activar inicio rápido’ en Configuración de apagado
¿Qué es el Inicio Rápido exactamente?
El Inicio rápido está relacionado con la hibernación, y se usa tanto en ordenadores de escritorio como en portátiles. El Inicio rápido es un poco como el Hybrid Sleep de Windows 8, excepto que permite que las máquinas con Windows 10 comiencen más rápido después de que se apaguen, en lugar de ponerlas en modo de suspensión. Cuando apagas tu PC o portátil, Windows 10 guarda el estado actual en el archivo de hibernación y lo lee cuando lo vuelve a encender.
Y eso explica cómo puedes continuar donde lo dejaste, incluso si eliges apagar en lugar de dormir en Windows 10. Pero también es la razón por la que los errores pueden ser persistentes incluso si “apagas” tu PC.
Un consejo importante es que elegir ‘Reiniciar’ en lugar de ‘Apagar’ solucionará algunos problemas porque no se ha creado ningún archivo de hibernación. En realidad, es más como un proceso de apagado adecuado.